Uno de los propósitos que se tienen muchas veces después de las vacaciones es el hecho de ponerse en forma y que el ejercicio físico como tal sea una costumbre que no nos costará el cumplir como tal. Más que tomárselo como una obligación, lo que puedes plantearte, como nos aconsejan desde despiertayentrena.com, es solicitar la ayuda de un entrenador personal.
¿Qué rasgos tienen en cuanto a la personalidad de un entrenador bueno?
No solo se debe tener una certificación que expida una organización de entrenamiento personal, el cual va a ser una experiencia de lo más personal y que va a tener una serie de características a nivel psicológico que pueden acabar repercutiendo en un entrenamiento que sea mejor. Vamos con algún ejemplo:
Contar con inteligencia emocional
El profesional lo que hará será trabajar con bastantes personas que tendrán distintos rasgos en cuanto a la personalidad.
Es posible que los haya bastante proactivos y a otros les va a costar bastante el hecho de mantenerse con la debida motivación y que no abandonen a las primeras de cambio.
Es ciertamente aconsejable que tenga importantes dosis en el campo de la inteligencia emocional. Por todo ello, esto significa que se tenga la debida empatía y una mano izquierda de cara a poder entender la situación que tengan los clientes y que se pueda sacar el mayor rendimiento posible.
Liderar, pero no engañar
No debemos ser déspotas ni ser muy indulgente. El entrenador personal tiene que encontrar un gran equilibrio entre la propia meta que se ha planteado en común y la situación de cada día para los clientes. Algo importante es que se pongan metas que sean realmente posibles de cumplir, no alcanzar objetivos que puedan ser imposibles.
Saber escuchar
Los clientes tienen que contar con vida más allá del propio entrenamiento y pueden llegar a atravesar momentos complicados que puedan afectar al rendimiento deportivo. Por todo ello es fundamental que un entrenador cualificado nos escucha. El caso es que la misión es la de poder entrenador. No hablamos de un médico ni de un psicólogo.
Se va a formar con otra serie de aspectos en cuanto a la salud
Es fundamental que un entrenador personal tenga curiosidad por conocer mejor otro tipo de materias de salud, caso de la dietética y la nutrición.
Así es como puede ofrecerse un servicio mejor a los clientes que puedan llegar a padecer obesidad, diabetes o enfermedades de carácter cardiovascular. El caso es que dicho trabajo profesional no va ser dar una dieta, pero sí que se puede aconsejar sobre la alimentación adecuada.
Algunos signos de alarma
Debemos advertir que es necesario atender a una serie de señales que nos pueden llegar a indicar que el profesional no nos va a convenir.
Como por ejemplo:
Si lo que hace es ignorar o desestimar las preguntas que puedas llegar a realizar.
En el caso de que nos obligue a desempeñar una serie de ejercicios de alta intensidad que nos permita que sintamos dolores durante días. El dolor va a ser normal, pero mucho es una señal de alarma del propio cuerpo.
Lo mejor es que el nivel de entrenamiento sea demasiado complicado.
Es bueno que se tomen hierbas o suplementos. Por todo ello, deberá consultarse siempre al médico antes de que tomemos cualquier cosa
Es posible que se puedan diagnosticar lesiones o enfermedades en vez de remitir a un médico.
Cuando se interrumpa la sesión para poder hablar con amigos o realizar llamadas de teléfono.
Cuando no se devuelvan las llamadas de teléfono ni a los correos electrónicos.
Cuando e proporcionen consejos de carácter nutricional con todo detalle.
Ventajas de tener un entrenador personal
En el caso de que tengas la suerte de haber dado con un profesional bueno, que tenga experiencia y aptitudes de carácter físico y psicológicas para poder ayudar a que se incluya el ejercicio físico en los hábitos, las ventajas de poder contar con él van a ser bastantes. Una de ellas va a ser la eficacia.
Se ahorra bastante tiempo en estar realizando ejercicios poco efectivos o que no han sido bien planificados.
Finalizamos diciendo que con la ayuda del profesional es posible conseguir los objetivos que nos marquemos al comenzar el curso, que pueden ser desde perder peso, aumentar la masa muscular, definirnos más, un mejor mantenimiento, aumento de la fuerza, etc.
Contar con un entrenador personal de nivel va a tener en cuenta el objetivo de cada una de las personas, el programa de entrenamiento variará y también lo hará dependiendo de los progresos en cuestión.
